250 chicos detrás de una pelota

Desde el 13 al 15 de octubre chicos de varias provincias de Argentina participaron en la Supercopa Luján. El campeonato se jugó en Pilar y tuvo como centro una visita a la Basílica de Luján. Los campeones: "Los Cóndores", de Rosario, y "Las Águilas", de San Martín, Provincia de Buenos Aires.

“Sí, sí señores, yo soy del verde, si, sí señores de corazón, porque este año acá en Pilar, acá en Pilar, salió un nuevo campeón”, coreaba la hinchada del Club Caldén acompañada por el ritmo de los redoblantes, mientras Chelo agitaba una bengala con los colores de su equipo. Mucho fútbol, mucha gente y mucho color… todo en condiciones para disfrutar de la segunda edición de la Súpercopa Luján, una iniciativa surgida en 2006 con la idea de reunir a los chicos que frecuentan los distintos clubes juveniles impulsados por personas del Opus Dei y otros padres de familia con la finalidad de complementar la formación que los chicos reciben en el colegio y en su casa.

En esta edición del evento, la asistencia fue numerosa y diversa. Participaron veintitrés equipos, algunos bonaerenses (de Capital Federal, San Miguel, Madero, San Isidro, Pilar, San Martín y La Plata) y otros provenientes de Mendoza, San Juan, San Luis, Rosario y Córdoba. La actividad, que se desarrolló en el campo de deportes del Colegio Los Molinos en Pilar, le debe su nombre a que como centro de esos días se realiza una visita a la Basílica de Luján, el sábado por la tarde. Allí, chicos y grandes asistieron a la Santa Misa y aprovecharon para presentar a la Virgen sus intenciones y sus agradecimientos. Entre los motivos de acción de gracias se destacó uno: el buen tiempo. Durante la semana previa al torneo no paró de llover, pero el clima favorable del sábado y del domingo permitió que la copa se desarrollara sin problemas.

Aunque el tiempo mejoró, en el campo de juego se podían observar algunos charcos. Por lo tanto, para no arruinar la cancha, los jugadores se cambiaron de calzado: zapatillas en lugar de botines, con los problemas que esto ocasiona. “Así como en la cancha hay barro que dificulta el juego, en la vida hay percances que dificultan nuestros planes, pero los obstáculos no son excusa para dejar de intentar: el otro equipo también debe lidiar con el barro y nosotros tenemos que dar lo mejor en esta circunstancia actual”, respondió “filosóficamente” Mariano, uno de los entrenadores, ante los reproches que sus dirigidos se hacían entre ellos durante el entretiempo. El concepto del DT es que tanto una charla de contenido cristiano como las indicaciones dadas durante un partido de fútbol resultan igualmente relevantes a la hora de formar a los chicos en virtudes humanas.

El fútbol es el deporte más popular de Argentina, pero cuando los Pumas juegan una semi-final de un Mundial las prioridades suelen alterarse. Así que las finales de la Súpercopa Luján terminaron el domingo a las 16, para que todos pudieran ver el partido en la pantalla gigante especiamente preparada. Ni bien concluyó el partido de rugby, se procedió a la entrega de premios. El ganador de la categoría Junior fue Los Cóndores, de Rosario; y el de Senior fue Las Águilas, de San Martín (Bs As). Además se reconoció con un trofeo a los equipos goleadores, a la mejor hinchada y al equipo Fair Play (juego limpio).

El encuentro deportivo cerró a la noche, con la proyección de una película en el auditorio del CUDES y, más tarde, con un video que recopilaba lo mejor de la copa: goles, reportajes, bloopers, atajadas y jugadas de lujo. La supercopa Luján cerró su segunda edición, pero en el final ya se palpitaba la tercera.